El canto del ordinario y del propio en la MISA.


Sorprendido me hallo. Ante el aluvión de preguntas que me van llegando sobre la música litúrgica he decidido ir haciendo breves entradas en el blog sobre diferentes cuestiones. Una de las preguntas que más se repite al hilo de la entrada anterior es "¿Qué cantos corresponden al "ordinario" y al "proprio" de la misa?", así que comenzaremos por aquí.


Con respecto a la música litúrgica, dentro de la celebración eucarística, debemos hacer una división importante, ésta ya la encontramos en el GRADUALE ROMANUM y en el GRADUALE SIMPLEX, ambos "cancioneros" oficiales de la Iglesia, que nacieron fruto de la renovación litúrgica del Concilio Vaticano II. El primero (GR) recoge un elenco de cantos gregorianos -sólo para la misa- del antiguo Liber Usualis y el segundo (GS) pretende lo mismo pero con melodías más sencillas, sobre todo, para facilitar la participación de los fieles.  

Resumo brevemente:

1. ORDINARIO: Kyrie, Gloria, Credo, Sanctus y Agnus Dei [textos invariables]

En estos libros anteriormente mencionados encontramos una parte denominada Kyriale, que no es otra cosa que un elenco de melodías gregorianas que musicalizan los textos invariables del ordinario de la misa atendiendo a las características de cada tiempo litúrgico, solemnidad, memoria, etc. Seguro que a más de uno le suena la Misa de Angelis, Misa brevis, Misa Lux et origo... y otras más, enumeradas sencillamente con números romanos. 

2. PROPIO: Antiphona ad introitus, Psalmus responsorius, Alleluia, Ant. ad offertorium, Ant. ad Communionem [textos variables]

En esta ocasión, me he permitido conservar también los nombres en latín porque resulta muy característico, sobre todo, en lo que respecta a las antífonas. Tanto en el Graduale Romanum como en el Simplex encontramos esta nomenclatura, esto nos indica que cada celebración tiene su "propia" antífona de entrada, de ofertorio y de comunión... seguida de un salmo apropiado para la ocasión. Por esta razón, entre otras, la Iglesia prima el canto gregoriano sobre otro tipo de música. Porque porta en sí, el verdadero espíritu de cada celebración transmitiendo con una melodía austera el texto que la liturgia propone para cada celebración. Sin ánimo de ser polémico, pensemos en cualquier canto de entrada habitual en nuestras parroquias: Juntos como hermanos. No lo escuchamos a diario, los domingos, en funerales, en cualquier tiempo litúrgico...? sin duda, es un salto cualitativo entre una cosa y otra.

Iremos profundizando en las próximas entradas en cada una de las partes del ordinario y del propio, así como en otras cuestiones que me han llegado al correo electrónico y creo que pueden resultar de interes general:

- De donde provienen los cantos de "perdón","paz","despedida"...? se deben cantar?
- Debemos desterrar el latín?
- Qué instrumentos utilizar?
- Cómo elaborar un repertorio digno?



Te puede interesar la entrada: ¿Qué entendemos por música litúrgica?


Oscar Valado
Roma,  28 de febrero de 2012

30 comentarios:

  1. D. Oscar, quiere decir que solo debemos cantar en gregoriano?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. EN ABSOLUTO! solo intento mostrar la diferencia entre el ordinario y el propio... pero destacando la riqueza del canto gregoriano.
      Obviamente, hoy es muy difícil que una comunidad parroquial cante todo en gregoriano... necesitaría una formación muy intensa. Pero sí creo que se deben conservar partes de este gran tesoro "sacro-musical" como indica la Iglesia. Es decir, sería muy importante conservar en nuestros repertorios por los menos dos misas gregorianas: Angelis y Brevis (una para grandes solemnidades y otra para los tiempos de adviento y cuaresma). Así como algunos cantos específicos para cada tiempo litúrgico: no es los mismo cantar la Salve Regina que el Regina Caeli. De tal forma que en la misma celebración se puedan utilizar cantos en gregoriano y otros que no los son (obviamente, estos últimos deben estar inspirados en la liturgia que celebramos - pero esto ya es otra cuestión).
      Así que... NO, no hay porqué cantar todo en gregoriano, pero debe coexistir lo antigo y lo nuevo.
      Un fuerte abrazo y gracias por compartir sus dudas.

      Eliminar
    2. La misa brevis es la XVIII del graduale? Tiene algún post sobre las partes del graduale romanum y sus usos? Gracias

      Eliminar
  2. Claro y didáctico. Mejor no te lo podría definir.

    En cuanto al gregoriano, coincido con tus criterios; me asombra la defensa del gregoriano de modo absoluto. ¿Habrán estado en muchas parroquias rurales, o de barrios, para saber que tal nivel musical es casi imposible? Porque parece que lo único existente es el gregoriano (para algunos).

    Un gran abrazo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias Javier. Efectivamente, reducir la música de nuestras celebraciones al gregoriano sería un "locura", pero desterrarlo también lo sería. Así que aboguemos por el equilibrio.
      Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  3. Amigos míos,
    yo creo que no se trata de cuánto canto gregoriano, si mucho o poco, o solamente,

    sino de que la esencia del canto gregoriano,

    con su lenguaje sacro separado del lenguaje musical profano,

    sea la esencia de la música litúrgica,

    bien con obras originalmente gregorianas,
    bien con obras de composición actual --pero inspiradas en la armonía y la melodía del gregoriano.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Inspiradas en las melodías gregorianas sí (mejor no hablar de armonía en gregoriano), pero sobre todo en su "espíritu", es decir, la liturgia misma. Su lenguaje sacro estriba en el lenguaje de la liturgia (textos bíblicos y textos litúrgicos de cada tiempo o celebración concreta). Por eso, aunque sí es muy importante el aspecto musical (nobleza, belleza, etc.), destaca sobre todo por la PRIMACÍA DEL TEXTO.
      Muchas gracias por compartir su comentario. Un fuerte abrazo.

      Eliminar
    2. Estimado d Oscar,

      me refería a la armonía del Gregoriano en cuanto a la interválica, las "cadencias", los "adornos", modalidad, "modulación" etc. etc, a su lenguaje musical propio, no a la armonía en cuanto acordes, que claro, está ausente en un canto melódico puro. Es la armonía en cuanto arquitectura sonora. En ella, y no sólo en el texto, reside su sacralidad.

      Eliminar
    3. Por eso decía lo de inspirarse en el gregoriano, es decir, en la armonía interior, en su forma estructural en enlazar las alturas, de "adornar" y "cadenciar" (aunque esta palabra no es muy propia), concluir, salmodiar, articular....)

      es lo que hicieron los polifonistas, con el uso que dieron a los intervalos de 3ª y de 2ª, y no digamos de 5ª, por ejemplo,

      o de los semitonos sobreentendidos,(sin ser escritos), y la forma de tratar las disonancias en la línea melodica, que es la misma que en la acórdica, (ejemplo: el famoso tritono...) las cláusulas... la "pseudo"modulaciones que hacían, como a escondidas, para sugerir imprecisión modal y parecerse al gregoriano... etc., etc.

      En fin, me refería a inspirarse en todo esto, como hicieron a su modo los polifonistas, o como por ejemplo Bruckner hace en su época.

      Eliminar
  4. Hay un documento de Juan Pablo II que clarifica mucho este tema.

    Es un documento escrito con ocasión del centenario del Motu Proprio «Tra le sollecitudini» del 3 de diciembre de 2003:

    "12. Con respecto a las composiciones musicales litúrgicas, hago mía la «LEY GENERAL», que san Pío X formulaba en estos términos:

    "«Una composición religiosa será tanto más sagrada y litúrgica cuanto más se acerque en aire, inspiración y sabor a la melodía gregoriana, y será tanto menos digna del templo cuanto más diste de este modelo supremo».

    ""Evidentemente, no se trata de copiar el canto gregoriano, sino más bien de hacer que las nuevas composiciones estén impregnadas del mismo espíritu que suscitó y modeló sucesivamente ese canto. "

    ""Sólo un artista profundamente imbuido del sensus Ecclesiae puede intentar percibir y traducir en melodía la verdad del misterio que se celebra en la liturgia. Desde esta perspectiva, escribí en la Carta a los artistas:

    "«¡Cuántas piezas sagradas han compuesto a lo largo de los siglos personas profundamente imbuidas del sentido del misterio! Innumerables creyentes han alimentado su fe con las melodías que surgieron del corazón de otros creyentes y que han pasado a formar parte de la liturgia o que, al menos, son de gran ayuda para el decoro de su celebración. En el canto la fe se experimenta como exuberancia de alegría, de amor, de confiada espera en la intervención salvífica de Dios».

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Interesante documento, son fragmentos del "Quirógrafo" de Juan Pablo II. No introduce ninguna novedad a lo que venían diciendo sus antecesores con respecto a la música sacra, pero sí que cabe destacar que con su publicación demostró su interés por un tema en muchas ocasiones olvidado y poco valorado... llegando a precipitarnos al "todo vale". Gracias por traernos a la memoria estos fragmentos tan interesante. Un abrazo.

      Eliminar
  5. Resumiendo las palabras de Juan Pablo II y lo dicho por todos nosotros anteriormente, creo que podemos concluir, si os parece, que:

    El Sensus ecclesiae es la fuente inspiradora de la música litúrgica, cuya esencia brota del modelo supremo, el canto gregoriano,

    pero no se limita a este en cuanto copia, sino que se apoya en este, injertado en él, como lenguaje sacro separado del lenguaje del mundo.

    Un abrazo muy fuerte!

    LAUS DEO!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Y van tres... jeje... veo que le interesa el tema, cuanto me alegro!
      COMPLETAMENTE DE ACUERDO.
      Una vez más, muchas gracias por compartir su opinión.
      Un abrazo.

      Eliminar
    2. Gracias a vd por las estupendas entradas que nos está regalando.

      Eliminar
  6. Como es habitual, un gran artículo. Yo creo que el equilibrio es lo ideal. En una de las Iglesias en las que toco, llevo esto a la práctica, el ordinario en latín, conviviendo con otros cantos de corte más actual y la gente participa, sobre todo, en el ordinario. Como bien indicáis, yo también pienso que, hay que ir poquito a poco y dependiendo de la Iglesia,los feligreses, etc.. Pero si, yo creo que resulta factible, instructivo y constructivo, je, je
    A mi me gustaría también, D. Oscar que nos ilustrara con un tema que me parece un poco preocupante, los cantos en las bodas, lo que debería ser y a lo que se ha llegado.
    Enhorabuena por los artículos, muy muy instructivos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Muchas gracias por tus palabras, Sonia.
      Es una verdadera alegría (y un testimonio) saber que existen personas como tú en comunidades parroquiales que se esfuerzan por seguir las directrices de la Iglesia en cuanto a la música sagrada.
      Jejejeje... la música en las bodas! qué tema! por supuesto que habrá una entrada sobre eso. Lo haré al finalizar el tema del ordinario y del proprio que en las próximas semanas abordaremos. Pero ya te adelanto que el problema de las bodas radica en dos cosas:
      1. Falta de formación litúrgica de los los músicos. Si ofrecen un "servicio profesional" (cobran por ello) deben saber qué, cómo y cuándo tocar. Son muy pocos los que hacen esto.
      2. Falta de formación musical (o dejadez) por parte de los sacerdotes. Los máximos responsables somos nosotros, los sacerdotes. Que muchas veces por no enfrentarnos cedemos a las peticiones más absurdas. Sólo un ejemplo, antes de ser sacerdote era organista en una parroquia y la "parejita" me pidió tocar al final de la boda "we are the champions" de Queen, y en otra ocasión "Te amaré" de Miguel Bosé... qué decir? Obviamente NO, NO Y NO.
      Con todo esto qué quiero decir? como en tantas otras cosas... debe haber un criterio claro. Qué celebramos? dónde lo celebramos? qué es lo importante? SI uno sabe responder a estas preguntas... ni se le ocurre pedir el "We are the champions".
      Dicho todo esto estaríamos ya en un tercer punto más complejo: la comprensión del sacramento! y para esto ya no sirve la música, sólo la formación.
      Sonia, perdona que me haya extendido tanto... pero me sacas unos temaaaaaas... jejejeje. Un fuerte abrazo.

      Eliminar
  7. Estupenda respuesta, jajajaja. Yo me voy a reservar entonces para el capítulo bodas, porque también tengo alguna anécdota, pero ya que le va a dedicar una entrada, esperaré, la paciencia es una virtud del alma

    ResponderEliminar
  8. hola! entonces si va a comentar lo del canto de :"paz","despedida"...?
    - Debemos desterrar el latín?
    - Qué instrumentos utilizar?
    - Cómo elaborar un repertorio digno?
    Saludos!

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. sobre el canto de perdon, interleccional, paz y despedida he escrito algo en otro comentario más abajo.
      A lo que me pregunta a continuación:
      No debemos desterrar el latín, sería un pobreza y un error cultural.
      Debemos aspirar a lo que nos pide el Concilio, es decir, utilizar el instrumento propio de la liturgia de la Iglesia, el órgano de tubos. Cuando esto no es posible debemos buscar otras soluciones... pero siempre con el consentimiento de la autoridad competente.

      Para elaborar un repertorio digno hay que atender a las orientaciones que nos da la iglesia... aplicándolas haremos un buen trabajo.

      Un cordial saludo.

      Eliminar
  9. Si, claro! después de Pascua volveremos a tratar estas cuestiones de carácter litúrgico-pastoral. Hasta ahora he querido aprovechar estos tiempos fuertes del Año Litúrgico para abordar cuestiones propias de cada tiempo. En breve retomaremos. Gracias por su interés. Un abrazo buena Semana Santa.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Buen dia padre, ya se trato en alguna publicación respecto a:
      "De donde provienen los cantos de "perdón","paz","despedida"...? se deben cantar?"
      Quisiera saber más al respecto, Dios le siga bendiciendo

      Guillermo Barrios
      Villa Nueva, Guatemala, Guatemala

      Eliminar
    2. Estimado Guillermo,
      este tipo de cantos, aunque parezca mentira, son errores fruto de una creatividad litúrgica del posConcilio. Hoy, después de 50 años del Concilio Vaticano II, se reconoce que fueron épocas difíciles y la Liturgia también sufrió las consecuencias. Por desgracia, aunque algunas prácticas se han ido moderando o incluso eliminando, el canto parece que se ha ido instalando de tal forma que algunos elementos que NO forman parte de nuestra liturgia... parece que sí lo hacen:
      El "canto de perdón" NO existe. El inicio de nuestras celebraciones se hace con el Acto Penitencial (hay tres fórmulas diferentes) y a continuación de reconocer nuestros pecados y recibir la absolución de parte del sacerdote ("Dios todopoderoso perdone..."), aclamamos al Señor de la historia... KYRIE ELEISON (Señor ten piedad). De tal modo que no existe un canto de perdón, sino un acto penitencial y la aclamación CANTADA del Señor ten piedad.

      El canto "interleccional" tampoco existe en la liturgia católica. No podemos introducir un canto "entre las lecturas" porque la liturgia de la palabra está perfectamente estructurada. Un domingo, por ejemplo, leemos la primera lectura del AT, respondemos a esa lectura cantando el Salmo Responsorial, escuchamos la segunda lectura del NT, cantamos el Aleluya y se proclama el Evangelio. En esta estructura cabe el canto del Salmo (que es Palabra de Dios, por eso no puede ser sustituido por otro canto) y el Aleluya con su versículo.
      El canto de Paz tampoco existe. Este Rito en la Misa es de poco valor, ya que el mismo sacerdote puede suprimirlo cuando quiera. El problema es que este momento se ha convertido casi en el "recreo" de la Misa y para rellenar, cantamos. Sin embargo, debemos caer en la cuenta de que en ese momento el Cuerpo y la Sangre de Cristo ya está sobre el altar y, después de dar la paz al que tenemos a nuestro lado, debemos cantar el Cordero de Dios que quita el pecado del mundo y nos da la Paz. Le invito a leer: http://www.liturxia.com/2014/09/carta-circular-sobre-el-rito-de-la-paz.html
      Por último, con respecto al canto final... solo puedo decir que el Misal dice que la Misa concluye con el "Podéis ir en paz. Demos gracias a Dios"; todo lo que se cante después forma parte de la piedad popular del lugar; esto no es malo, pero no podemos decir que forme parte de la "celebración litúrgica".

      Espero haber respondido a sus preguntas. Aunque son temas que requieren mayor comentario.

      Un cordial saludo.

      Eliminar
  10. Según tengo entendido San Pío X prohibió el uso de guitarras, pianos, arpas... en la Misa, y nada he leído yo de documentos conciliares o papales que "deroguen" tal prohibición. ¿sigue vigente esta?

    Creo que esta estaba en "Tra le sollecitudini"

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Con respecto a los instrumentos, la Sacrosanctum Concilium en su número 120 dice textualmente:

      120. Téngase en gran estima en la Iglesia latina el órgano de tubos, como instrumento musical tradicional, cuyo sonido puede aportar un esplendor notable a las ceremonias eclesiásticas y levantar poderosamente las almas hacia Dios y hacia las realidades celestiales.
      En el culto divino se pueden admitir otros instrumentos, a juicio y con el consentimiento de la autoridad eclesiástica territorial competente, a tenor de los arts. 22 § 2; 37 y 40, siempre que sean aptos o puedan adaptarse al uso sagrado, convengan a la dignidad del templo y contribuyan realmente a la edificación de los fieles.

      Dicho esto... no podemos afirmar taxativamente que sólo se puede utilizar el órgano y renunciar a cualquier otro tipo de instrumentos.

      Pero creo que el discurso no está tanto en los instrumentos que intervienen en la liturgia sino cómo intervienen. Es arte y belleza? elevan a Dios? si la respuesta es "sí"... adelante! si la respuesta es "no"... algo falla!

      Un saludo.

      Eliminar
  11. Muy buenos comentarios, que me ayudarán a mi labor Pastoral en mi Parroquia con la Pastoral Juvenil y coro.
    Soy Manuel Mata García, laico en formación para el Diaconado Permanente en la Arquidócesis de México, D:F:

    ResponderEliminar
  12. ¿De donde tomaron los nombres de cantos del propio y cantos del ordinario? y ¿Cual es la caracteristica común de cada grupo? Gracias. Saludos

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Estimado "anónimo/a"
      en este mismo blog encontrará respuesta a su pregunta:
      El ORDINARIO no hace referencia a "lo vulgar", sino a "lo de todos los días", lo "invariable" y que siempre se repite... en nuestras celebraciones; y aunque no se canten por las razones que sean deben ser rezadas, no se pueden suprimir o sustituir.
      http://elcientoporuno.blogspot.it/2012/02/el-canto-del-ordinario.html
      El PROPIO hace referencia explícita a la celebración "propia" del día, ya sea una memoria, una fiesta, una solemnidad o un tiempo litúrgico concreto. Su partes siempre están orientadas a la celebración propia del día; y si por alguna razón no se cantasen... no pasaría nada; la celebración se llevaría a cabo igual.
      http://elcientoporuno.blogspot.it/2012/02/el-canto-del-propio.html

      Espero que esto le haya servido un poco de ayuda.
      Reciba un cordial saludo.

      Eliminar
  13. Una duda. De acuerdo a esta clasificación, en cuál de las dos entraría In paradisum?

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. "In Paradisum" es una de las antífonas propias de la Liturgia exequial. Se utiliza al final de todo, cuando se saca el féretro de la iglesia para darle sepultura, así lo indica en el Graduale Romanum: "Dum corpus effertur ex ecclesia, cani possunt: In Paradisum [o] Chorus angelorum".

      Eliminar

Anímate a comentar.

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...