Canto de entrada para la Pascua

En este blog ya he mencionado en alguna ocasión la importancia de los cantos de entrada, por ello, me parece importante recordar que en el año 2000 la Conferencia Episcopal Española publicó "Cantos de entrada para los tiempos litúrgicos", ante la dificultad de que en muchas comunidades se cantasen las antífonas propias para cada día, así como ante la proliferación de cantos "poco litúrgicos". En este caso, el canto que se propone para la procesión de entrada durante el tiempo de PASCUA es CRISTO RESUCITÓ, ALELUYA, haciendo uso de lo que se propone en el número 48 de la Ordenación General del Misal Romano:

47. Estando el pueblo reunido, cuando avanza el sacerdote con el diácono y con los ministros, se da comienzo al canto de entrada. La finalidad de este canto es abrir la celebración, promover la unión de quienes se están congregados e introducir su espíritu en el misterio del tiempo litúrgico o de la festividad, así como acompañar la procesión del sacerdote y los ministros.

48. Se canta, o alternándolo entre los cantores y el pueblo o, de igual manera, entre un cantor y el pueblo, o todo por el pueblo, o todo por los cantores. Se puede emplear, o bien la antífona con su salmo como se encuentra en el Graduale Romanum o en el Graduale simplex, o bien otro canto que convenga con la índole de la acción sagrada, del día o del tiempo litúrgico, cuyo texto haya sido aprobado por la Conferencia de los Obispos.

Si no hay canto de entrada, los fieles o algunos de ellos o un lector, leerán la antífona propuesta en el Misal, o si no el mismo sacerdote, quien también puede adaptarla a manera de monición inicial (cfr. n. 31).

Ver vídeo en YouTube



Comentario al texto del canto:

El centro de la fe y de la vida de la Iglesia es el misterio pascual, es la raíz del año litúrgico. En el misterio pascual se concentra toda la teología de la redención y de la salvación. En la vigilia pascual nace el día nuevo que la Iglesia prolonga en renovada alegría por un tiempo de siete semanas. Pascua no es un día solo, sino un gran día que se prolonga durante un tiempo simbólico. Durante todo el tiempo pascual la asamblea proclama entre "aleluyas" rebosantes de júbilo que Cristo ha resucitado. La resurrección es un hecho único en la historia, así como clave y fundamento de nuestra fe y vida cristiana.

La antífona del canto se encuentra en el Misal Romano y afirma que Cristo resucitó y que en toda la tierra se eleve el grito de júbilo de los bautizados que entonan el "aleluya". La primera estrofa está tomada del salmo 65 y las demás del salmo 117, el cual es una liturgia de acción de gracias. Su tema central es la victoria del rey, de Cristo. No puede permanecer en la muerte sino que vivirá para entrar por las puertas del triunfo y dar gracias al Señor. El resucitado es el bendito que viene a iluminarnos con su luz pascual para que nuestra alegría y nuestro gozo estén en el Señor que ha vencido a la muerte. 

¡Descargar partituras!


Regina Caeli. 20 Versiones.


En este tiempo litúrgico de Pascua es "justo y necesario" hacer alusión a la oración mariana por antonomasia y que sustituye al habitual Angelus durante este tiempo: Regina Caeli.

Como todos los himnos, oraciones o salmos latinos también el Regina caeli recibe su nombre por las palabras con las que comienza:

Regina caeli, laetare, alleluia.
Quia quem meruisti portare, alleluia.
Resurrexit, sicut dixit, alleluia.
Ora pro nobis Deum, alleluia.
+
Alégrate, Reina del cielo, aleluya.
Porque el que mereciste llevar en tu seno, aleluya.
Ha resucitado, según predijo, aleluya.
Ruega por nosotros a Dios, aleluya.

Desde el siglo X tenemos constancia de su uso en la liturgia. Es una de las oraciones marianas más antiguas que a día de hoy sigue siendo muy utilizada en su forma gregoriana, sobre todo en su tonus simplex.



Aunque también existe en Tonus sollemnis.




Como en muchas otras ocasiones... son numerosos los compositores que tomando el texto han dado rienda suelta a su creatividad e inspiración:


Regina caeli (a 12), N. Gombert (c.1495 - c.1560)




Regina caeli (a 4), G. P. da Palestrina (1525-1594)



Regina caeli (a 8), G. P. da Palestrina (1525-1594)



Regina caeli
(a 8), F. Guerrero (1528-1599)



Regina caeli (a 7), O. di Lasso (1532-1594)



Regina caeli (a 3), W. Bird (1543-1623)



Regina caeli (a 8), T. L. de Victoria (1548-1611)



Regina caeli (a 5), J. P. Sweelinck (1562-1621)



Regina caeli, G. Aichinger (1564-1628)


Regina caeli, J-B. Lully (1632-1687)



Regina caeli, M. Charpentier (1643-1704)



Regina caeli, A. Lotti (1667-1740)



Regina caeli, F. Couperin (1668-1733)



Regina caeli, W. A. Mozart (1756-1791)



Regina caeli, F. Schubert (1797-1828)



Regina caeli, Ch. Gounod (1818-1893)



Regina caeli, J. Brahms (1833-1897)




Regina caeli, M. Frisina (1954)





¿Qué es la Pascua?


Ante la pregunta: ¿qué es la Pascua? podríamos responder algo muy sencillo: para nosotros los cristianos es el tiempo en el que celebramos la resurrección de Jesús. Pero profundicemos un poco más.

La palabra PASCUA la hemos heredado de nuestros hermanos mayores los judíos, los cuales también celebran la Pascua, que para ellos es una cena ritual con cordero asado y panes ácimos... en la que hacen memoria de su liberación de la esclavitud de Egipto, tal y como describe el libro del Éxodo. Por esta razón el nombre de Pascua, en hebreo pésaj (פסח), significa "paso", haciendo alusión a que Yahvé pasó de largo por la puerta de los israelitas en el último castigo inflingido a los egipcios... así como el paso por el Mar Rojo, la entrega de la Ley, es decir, el tránsito de la esclavitud a la libertad.

Jesús, como buen judío, celebró la Pascua... pero le dio un nuevo sentido a este acontecimiento. Ahora el "paso", la Pascua, es el propio Cristo, el cordero pascual, que con su muerte y resurrección ofreció el sacrificio definitivo en la Cruz y consiguió la nueva alianza, la reconciliación de Dios con la humanidad y dio origen a un nuevo pueblo, la Iglesia.

A mediados del siglo II las comunidades cristianas, a parte de celebrar el primer día de la semana (domingo) la pascua semanal, es decir, reunirse en nombre del Señor para escuchar la Palabra y partir el pan; también celebraban una vez al año la fiesta de Pascua, convirtiéndose esta en la fiesta más importante del año. Pero ¿por qué la pascua no es siempre en la misma fecha? Esto tiene mucho que ver con la luna... ya que en el siglo IV, durante el concilio de Nicea (325) se determinó que la pascua se celebrase el domingo siguiente a la primera luna llena de Primavera. Por eso puede caer entre el 22 de marzo o el 25 de abril. 

Aclarado esto, el tiempo litúrgico de la Pascua da comienzo el Domingo de Resurrección, este domingo se prolonga una semana con la "octava de pascua" (como si fuese un domingo que dura una semana): cantamos el gloria, se puede leer la secuencia pascual, nos despedimos con el doble aleluya... etc. Para continuar la fiesta de la resurrección seis semanas más, hasta el Domingo de Pentecostés, que quiere decir 50 días. 

¿Pero por qué 50 días? En primer lugar porque el día que finaliza la Pascua es "Pentecostés", a los 50 días... pero quizás deberíamos pensar primero en el número 7, el cual, en la escritura siempre se ha identificado con la plenitud o la totalidad. 7 son los días que duró la creación, finalizando en sábado, por ello, el octavo día se identifica con la resurrección y también con la nueva creación. En este sentido, la Pascua son 7 semana (7x7), pero la plenitud no llega hasta el día 50 Pentecostés, a través del Espíritu Santo.

Por último, en las celebraciones de Pascua también hay elementos significativos:

1) El color litúrgico en este tiempo para todos los ornamentos es el blanco. 
2) El cirio pascual presente y encendido en todas las celebraciones durante la cincuentena.
3) La aspersión con agua bendita en las celebraciones dominicales sustituye al acto penitencial.
4) Se canta nuevamente el Aleluya. E incluso la antífona del salmo puede sustituirse por  "aleluya".
5) Las flores vuelven a hacerse visibles después de una austera cuaresma


¿Se inciensa el cirio pascual?


Sí, ma non troppo. Un poquito. Bueno… casi nada. Es decir, no, mire, que no. A ver si nos explicamos…

Hace unos días un simpático e inteligente colega me preguntó al respecto sobre el tema, dado que le habían llegado preguntas sobre ello, y algunas con afirmaciones añadidas algo desconcertantes.

Y dado que no habíamos dedicado ningún flash a esta cuestión, desde aquí nos pusimos manos a la obra, es decir, manos a los libros litúrgicos para ver cuándo hay que incensar el apreciado cirio.

Buscamos y rebuscamos… y… ¡qué sorpresa! Nada. Bueno, nada no. En realidad, según el misal y el mismísimo Ceremonial de los Obispos (firmes, ¡ar!), solo se le inciensa antes del canto del Exultet en la Vigilia pascual.

Fuera de esta celebración no hay indicación alguna de que se deba prestar atención al cirio pascual durante las celebraciones litúrgicas, ya sean estas presididas por el obispo o por un presbítero.

Sabemos que se inciensa con tres movimientos dobles del turíbulo (Institutio del Misal 277), y que recibe este honor en el momento antes indicado, según consta en la rúbrica del misal y en el mismo Ceremonial de los Obispos (cf. 345).

Pero, como decimos, aparte de esto, en ninguna otra celebración, ni siquiera en la misa del mismo día de pascua, la cual debe ser celebrada según el modelo de la misa estacional. Así, cuando el obispo llega al presbiterio inciensa el altar y la cruz (cf. Ceremonial 131), como también las imágenes expuestas a la veneración pública si las hay (cf. Institutio 277). Lo mismo si preside un presbítero. Pero del cirio que brilla allí durante la cincuentena pascual… ni caso.

Ya sé… ya sé que os da pena… Tan bonito, estilizado, colorido, decorado… Ah, querido lector, pero te olvidas de algo muy importante: su humildad. Y por ser humilde el cirio pascual está contento de brillar sin que nadie le eche incienso… y que vaya para el altar y para el Señor del altar. ¡Qué majo! ¡Con razón es pascual!

Jaume González Padrós
(Flash litúrgico)

Repertorio para la Vigilia Pascual

Cada celebración litúrgica tiene su propio "repertorio" que encontramos en los libros litúrgicos, en el caso de la Misa en el Leccionario y el Misal; como es muy posible que no todos conozcan las antífonas musicalizadas ofrezco primero los textos litúrgicos que deberían ser cantados y a continuación una posible selección de cantos, los cuales los encontraréis también mensualmente en la Revista Misa Dominical del CPL. Las iniciales corresponden a: MD (Cantoral de Misa Dominical); CLN (Cantoral Litúrgico Nacional); LS (Libro del Salmista); GR (Graduale Romanum).

Partiendo de que el Ordinario de la Misa debe ser siempre el texto oficial (Señor ten piedad, Gloria, Credo, Santo y Cordero de Dios)... me detendré solo en las partes del Propio de la Misa, teniendo en cuenta los textos del Misal y del LeccionarioPara facilitar la accesibilidad a los cantos los enlazaré a youtube, aunque soy consciente que la calidad interpretativa en la gran mayoría de los casos deja mucho que desear.


I. LUCERNARIO

Esta noche es la gran fiesta del año, la que da sentido a nuestra fe. En esta noche santa encendemos el fuego que irrumpe en la oscuridad y da paso a la luz de Jesucristo que nosotros seguimos tomando luz de su luz.


Procesión

El diácono o el sacerdote, elevando el cirio pascual encendido canta en la puerta de la iglesia la aclamación correspondiente que repetirá también en el centro de la iglesia y a los pies del altar:

- Luz de Cristo. Demos gracias a Dios (Misal Romano)




Pregón Pascual

El Pregón Pascual debe ser anunciado por un diácono o un sacerdote; si por necesidad debe ser anunciado por un laico omite las palabras: Por eso, queridos hermanos, hasta el fin de la invitación, y el saludo: El Señor esté con vosotros.

- Pregón Pascual (largo) - Misal Romano

- Pregón Pascual (breve) - Misal Romano


II. LITURGIA DE LA PALABRA


A continuación, serenamente, se escucha la palabra de Dios, que en este día hace un recorrido por toda la historia de la salvación con una estructura fija: Lectura / Salmo responsorial / Oración.

1ª Lect.: Gen 1 - Salmo: Envía tu espíritu, Señor. LS/ MD 135 / CLN D38

2ª Lect.: Gen 22 - Salmo: Protégeme Dios mío que me refugio en ti. LS/ MD 135
3ª Lect.: Ex 14 - Salmo: Cantaré al Señor gloriosa es su victoria. LS/ MD 137
4ª Lect.: Is 54 - Salmo: Te ensalzaré, Señor, porque me has librado. LS/ MD 139 / CLN D41
5ª Lect.: Is 55 - Salmo: Sacaréis aguas con gozo de las fuentes de la salvación. LS/ MD 147
6ª Lect.: Bar 3 - Salmo: Señor, tú tienes palabras de vida eterna. LS/ MD 138 / CLN D43
7ª Lect.: Ez 36 - Salmo: Como busca la cierva corrientes de agua. LS/ MD 148


Entre las lecturas del Antiguo Testamento y el Nuevo Testamento se entona el Gloria (siempre con el texto litúrgico) mientras se tañen las campanas, se ilumina la iglesia y se encienden las velas del altar, como si la luz irrumpiese definitivamente en la oscuridad de la noche, porque Cristo ha irrumpido así en la historia. El Gloria nos recuerda ese misterio de la encarnación, finalizado este se canta la Oración Colecta y a continuación se proclama la epístola de san Pablo a los Romanos. 

Acabada la epístola, todos se levantan, y el sacerdote entona solemnemente por tres veces, elevando gradualmente el tono de la voz, el Aleluya pascual.

- Aleluya Pascual (Misal Romano)

Después, el salmista o cantor proclama el salmo 117, y el pueblo intercala Aleluya en cada una de sus estrofas.

Si no se conoce este "Aleluya" que ofrece el Misal, se puede hacer con otro, intercalando los versículos del salmo 117: "Dad gracias al Señor porque es bueno, porque es eterna su misericordia...". 


Después de la proclamación solemne del Evangelio y de una breve homilía comienza la...

III. LITURGIA BAUTISMAL

La liturgia bautismal es la tercera parte de la Vigilia. La pascua de Cristo y nuestra se celebra ahora en el sacramento. Esto se manifiesta más plenamente en aquellas Iglesias que poseen la fuente bautismal, y más aún cuando tiene lugar la iniciación cristiana de adultos, o al menos el bautismo de niños. Aun en el caso en que no haya bautizos en las iglesias parroquiales se hace la bendición del agua bautismal. Si esta bendición no se hace en la fuente bautismal sino en el presbiterio, el agua bautismal debe ser trasladada después al baptisterio, donde será conservada durante todo el tiempo pascual. Donde no hayan bautizos ni se deba bendecir el agua bautismal, hágase la bendición del agua para la aspersión de la asamblea, a fin de recordar el bautismo.

Carta circular sobre las fiestas pascuales (1988), n. 88.

A la luz de esta aclaración la bendición del agua bautismal y la bendición del agua común son excluyentes. En el primer caso, es decir, de haber bautismos esa noche o durante la cincuentena pascual, se comenzaría con el canto de las Letanías de los santos (Misal Romano). Y en el caso de ir en procesión al baptisterio para realizar el bautismo se puede entonar Vi que manaba agua o un canto similar.

Renovación de las promesas bautismales

Acabado el rito del bautismo, o después de la bendición del agua común, si no hubo bautismos, todos de pie y con las velas encendidas en sus manos renuevan las promesas del bautismo. En este momento se podría cantar las respuestas a los artículos de la fe: Si, creo o en latín Credo, amen.



Aspersión al pueblo

El sacerdote asperja al pueblo con agua bendita, mientras todos cantan:

Antífona
Vi que manaba agua del lado derecho del templo, aleluya.

Y habrá vida dondequiera que llegue la corriente y cantarán:
Aleluya, aleluya.

- Vidi aquam (gregoriano) GR 708 / MD 93-2 / CLN A82 


Se puede cantar otro canto de índole bautismal.

- Un solo señor (L. Deiss) MD 5-1 / CLN 708

IV. LITURGIA EUCARÍSTICA

Ofertorio o presentación de dones

La antífona de ofertorio que propone el Graduale Romanum para esta celebración es:


Pero si el coro tiene cualidades podría interpretar en este momento un motete polifónico; o el organista una obra apropiada. En ambos casos debe ajustarse a la duración del ofertorio y, por supuesto, al contexto celebrativo. 

Comunión

Antífona de comunión  (Cf. 1 Cor 5, 7-8)

Ha sido inmolada nuestra víctima pascual: Cristo. Así pues, celebremos con los panes ázimos de la sinceridad y la verdad. Aleluya.


El Graduale Romanum propone también alternar el canto de un aleluya con los versículos del salmo 33: "Gustad y ved qué bueno es el Señor...". 

Si no se conoce ninguna de estas alternativas también se podría entonar un canto pascual:

- Cristo resucitó (Conferencia Episcopal) MD 351-1 / CLN A13 
- El Señor resucitó (T. Aragües) CLN 204; 
- Cantad al Señor (T. Vaquero - J. Herrer) MD 365 / CLN 757.

Finalmente el sacerdote o el diácono despide a la asamblea cantando





* Si alguna persona conoce otras versiones musicalizadas de estos textos litúrgicos puede incluirlas en los comentarios para enriquecer el repertorio.


Repertorio para el Viernes Santo



Cada celebración litúrgica tiene su propio "repertorio" que encontramos en los libros litúrgicos, en el caso de la Misa en el Leccionario y el Misal; como es muy posible que no todos conozcan las antífonas musicalizadas ofrezco primero los textos litúrgicos que deberían ser cantados y a continuación una posible selección de cantos, los cuales los encontraréis también mensualmente en la Revista Misa Dominical del CPL. Las iniciales corresponden a: MD (Cantoral de Misa Dominical); CLN (Cantoral Litúrgico Nacional); LS (Libro del Salmista); GR (Graduale Romanum). 

Tendré presentes los textos del Misal y del Leccionario, y enlazaré los cantos a vídeos de youtube, aunque soy consciente que la calidad interpretativa en la gran mayoría de los casos deja mucho que desear.

El día de Viernes Santo no se celebra la Eucaristía, todo gira entorno a la Palabra y a la adoración de la Cruz. Quizás hoy más que nuca el silencio adquiera un mayor protagonismo, ya que el mismo silencio con el que finalizaba la liturgia del Jueves Santo lo encontramos al inicio de la celebración de la Pasión del Señor, momento en el que todos nos arrodillamos mientras el sacerdote se postra en el suelo frente a un altar completamente desnudo. Comenzando directamente con la Oración Colecta y, a continuación, la Liturgia de la Palabra.

Salmo responsorial


- Padre, a tus manos encomiendo mi espíritu, LS / MD 134 / CLN D37.

Versículo antes del evangelio


V. Cristo se ha hecho por nosotros obediente hasta la muerte, y una muerte de cruz.
Por eso Dios lo exaltó sobre todo y le concedió el Nombre-sobre-todo-nombre. 

- Tanto amó Dios al mundo, MD 157 / CLN D18.

Mostración de la  Santa Cruz




Adoración de la  Santa Cruz

El Misal propone una serie de cantos para este momento:

Antífona
Tu cruz adoramos, Señor, y tu santa resurrección alabamos y glorificamos.
Por el madero ha venido la alegría al mundo entero.



Improperios
¡Pueblo mío! ¿Qué te he hecho, en qué te he ofendido? Respóndeme.

- Improperia (gregoriano) GR176


Himno
¡Oh cruz fiel, árbol único en nobleza!
Jamás el bosque dio mejor tributo
en hoja, en flor y en fruto.
¡Dulces clavos! ¡Dulce árbol donde la Vida empieza
con un peso tan dulce en su corteza!



Si no se conoce ninguno de estos cantos u otros con el texto litúrgico pero con otra musicalización, siempre se puede entonar un canto que evoque la centralidad de la Cruz de Cristo, como por ejemplo:

- Ved la cruz de salvación, MD 335-1 / CLN 103

La 3ª edición del Misal Romano en español añade esta rúbrica: Teniendo en cuenta las condiciones del lugar y las tradiciones del pueblo, según la oportunidad pastoral, se puede cantar el Stabat Mater, según el Gradual Romano, u otro canto apropiado en memoria de la compasión de la bienaventurada Virgen María.

O si el coro tiene la capacidad de interpretar obras de polifonía clásica puede cantar, entre otros:


Comunión

En este día no se propone una Antífona de comunión propia. La rúbrica del Misal nos indica que se puede cantar el Salmo 21: Dios mío, Dios mío ¿por qué me has abandonado?

Si el coro goza de las cualidades necesarias para interpretar un motete puede utilizar, por ejemplo, Domine Iesu Christe (Melchor Robledo, 1510-1586) u otro similar.

La celebración debe finalizar sin bendición y en silencio.



* Si alguna persona conoce otras versiones musicalizadas de estos textos litúrgicos puede incluirlas en los comentarios para enriquecer este repertorio.






Repertorio para el Jueves Santo



Cada celebración litúrgica tiene su propio "repertorio" que encontramos en los libros litúrgicos, en el caso de la Misa en el Leccionario y el Misal; como es muy posible que no todos conozcan las antífonas musicalizadas ofrezco primero los textos litúrgicos que deberían ser cantados y a continuación una posible selección de cantos, los cuales los encontraréis también mensualmente en la Revista Misa Dominical del CPL. Las iniciales corresponden a: MD (Cantoral de Misa Dominical); CLN (Cantoral Litúrgico Nacional); LS (Libro del Salmista); GR (Graduale Romanum).

Partiendo de que el Ordinario de la Misa debe ser siempre el texto oficial (Señor ten piedad, Gloria, Credo, Santo y Cordero de Dios)... me detendré solo en las partes del Propio de la Misa, teniendo presentes los textos del Misal y del LeccionarioPara facilitar la accesibilidad a los cantos los enlazaré a youtube, aunque soy consciente que la calidad interpretativa en la gran mayoría de los casos deja mucho que desear.


El Jueves Santo es el pórtico del Triduo Pascual, tal y como se indica en el Misal Romano, reuniéndonos para recordar y celebrar la última cena de Jesús con sus discípulos. Su último encuentro con ellos antes de la pasión. Un encuentro que quiere resumir el sentido de todo lo que está a punto de ocurrir: su entrega hasta la muerte; y en el que recordamos: 1) la institución de la Eucaristía; 2) el Sacramento del orden; 3) el mandato del Señor sobre la Caridad fraterna. Este día se canta el Gloria y, mientras, se pueden tañer las campanas, que no volverán a sonar hasta la Solemne Vigilia Pascual. Existe una antigua tradición que después del Gloria el organista cerraba la consola del órgano y este no volvía a sonar hasta el Gloria de la Vigilia Pascual.

Procesión de entrada

Antífona de entrada (Cf. Ga 6, 14)

Nosotros hemos de gloriarnos en la cruz de nuestro Señor Jesucristo: en él está nuestra salvación, vida y resurrección, por él hemos sido salvados y liberados.

- Nos autem (gregoriano) GR 162

Nosotros hemos de gloriarnos (F. Palazón) MD 342 (942) / CLN 163

Salmo responsorial



Versículo antes del evangelio 


Lavatorio de los pies 

El Misal propone para este momento el canto de hasta siete antífonas diferentes:

Antífona 1 - Cf. Jn 13, 4. 5. 15

El Señor, después de levantarse de la Cena, echó agua en la jofaina y se puso a lavarles los pies a los discípulos. Éste fue el ejemplo que les dejó.

- Postquam surrexit (gregoriano) GR 164

Antífona 2 - Cf. Jn 13, 12. 13. 15

El Señor Jesús, después de haber cenado con sus discípulos, les lavó los pies y les dijo: «Comprendéis lo que yo, Señor y Maestro, he hecho con vosotros? Os he dado ejemplo para que vosotros también lo hagáis».

- Dominus Iesus (gregoriano) GR 165

Antífona 3 - Jn 13, 6. 7. 8

R/. Señor, ¿lavarme los pies tú a mí?
Jesús le contestó: «Si no te lavo los pies, no tienes parte conmigo».
V/. Llegó a Simón Pedro y éste le dice: R/.
V/. «Lo que yo hago, tú no lo entiendes ahora; pero lo comprenderás más tarde». R/.

- Domine, tu mihi lavas pedes? (gregoriano) GR 165

Antífona 4 - Cf. Jn 13, 14

Si yo, vuestro Señor y Maestro, os he lavado los pies, cuánto más vosotros debéis lavaros los pies unos a otros.

- Si ego Dominus (gregoriano) GR 166

Antífona 5 - Cf. Jn 13, 35

R/. «En esto conocerán todos que sois discípulos míos: si os amáis unos a otros».
V/. Dijo Jesús a sus discípulos: R/.

- In hoc cognoscent omnes (gregoriano) GR 166

Antífona 6 - Cf. Jn 13, 34

Os doy un mandamiento nuevo: que os améis unos a otros como yo os he amado, dice el Señor.

- Mandatum novum do vobis (gregoriano) GR 167

Antífona 7 - Cf. 1 Cor 13, 13

Permanezcan en vosotros la fe, la esperanza, el amor, estas tres: la más grande es el amor.

- Maneant in vobis (gregoriano) GR 167



Si no se conoce ninguna de estas antífonas se podría cantar en lugar de la sexta o de la séptima uno de estos cantos:

- Si me falta el amor, CLN 741.

Ofertorio o presentación de dones 

El Misal Romano solo conserva una antífona de ofertorio y es la de la celebración del Jueves Santo, por ello, si algún debemos cantar en el ofertorio es este.


Al comienzo de la liturgia eucarística se puede organizar una procesión de los fieles en la cual, con el pan y el vino, se pueden presentar dones para los pobres. Mientras tanto se canta el siguiente himno u otro canto apropiado.

Ant. Ubi cáritas est vera, Deus ibi est.


- Donde hay caridad y amor (J. Madurga), MD 179 (779) / CLN O26.

O alguna de las obras polifónicas que se pueden encontrar de polifonía clásica o incluso moderna, por ejemplo: Duruflé, Bartolucci, Rutter, Lauridsen, Gjeilo...

Comunión

La antífona de comunión del día de hoy es eminentemente eucarística: 

Antífona de comunión - Cf. 1 Cor 11, 24-25
Esto es mi cuerpo, que se entrega por vosotros; este cáliz es la nueva alianza en mi sangre, dice el Señor; haced esto, cada vez que lo bebáis, en memoria mía.

- En la fracción del pan (A. Taulé) 167 (767) / CLN O5.

Si el coro tiene la capacidad de interpretar obras polifónicas puede cantar, entre otros:
- Hoc Corpus (Melchor Robledo, 1510-1586)

Traslado del Santísimo Sacramento

Tal y como indica la rúbricra del Misal, lo más apropiado durante el traslado del Santísimo  es cantar la primera parte del himno eucarístico *Pange lingua, CLN O2 o Que la lengua humana, MD 164 (764) / CLN O15, O33; y una vez en el lugar de la reserva la última parte *Tamtum ergo o Adorad postrados; si no se conocen estos himnos pueden utilizarse otros cantos de carácter eucarístico como Cantemos al amor de los amores, MD 183 (783) / CLN O8.

La celebración finaliza sin bendición y en silencio.


* Si alguna persona conoce otras versiones musicalizadas de estos textos litúrgicos puede incluirlas en los comentarios para enriquecer este repertorio.



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